Desde hace un par de días funcionan dos piletas de natación para los jóvenes delincuentes que se encuentran alojados en el Complejo Esperanza, dependiente del Ministerio de Justicia de la Provincia de Córdoba. Esta actividad se extenderá por todo el verano.
Para acceder a los natatorios, los menores internados no sólo que deben cumplir con una revisación médica, sino que además deben contar con “buena conducta”, la que es evaluada cotidianamente por los profesionales dependientes de la Secretaría de Niñez Adolescencia y Familia (Senaf).
Desde el Ministerio de Justicia defienden el uso de los natatorios y lo vinculan a un conjunto de actividades deportivas y recreativas para los jóvenes detenidos por delitos y en tratamiento de “resocialización”. Según Gobierno, se busca “disminuir” la reincidencia delictiva.
A su vez, los jóvenes practican fútbol a diario en los patios de cada módulo. Desde la cartera de Justicia destacaron que esto es un “aporte a la buena convivencia, la recreación y al trabajo físico”.
Respetando estas dos normas, los malvivientes disfrutan de dos piletas de nueve metros de largo por cuatro de ancho y 1,60 de profundidad, las que se encuentran ubicadas a la par de la cancha de rugby y frente a las de fútbol que posee el Complejo, rodeadas de frondosos árboles
El subsecretario de la Senaf, Antonio Franco, señaló que el Complejo Esperanza debe, además de garantizar la educación y la capacitación de los presos, garantizarles el acceso al “derecho del deporte y a la recreación libre”.
“El uso de las piletas colabora a mejorar la convivencia entre los “chicos” y coayuda al desarrollo físico de cada uno de ellos”, resaltó.
Cada pileta tiene nueve metros de largo por cuatro de ancho y 1,60 metro de profundidad. Están en la zona de canchas de fútbol, rodeadas de frondosos árboles.
FUENTE. POLICIA DE LA PROVINCIA DE CORDOBA.-
Hola, ya casi sin sorprenderme ni bien leo el título de esta nota, vuelvo a confirmar lo que viene siendo una práctica permanente de los autores: el mismo sesgo ideológico explícito por sobre el servicio de información.
Aberrante, malicioso, miserable y desquiciado contenido que solo pretende exaltar la crispación de los lectores ante la penosa situación de la seguridad de la población.
Consciente de que es un esfuerzo casi en vano, insisto con aclarar que todas aquellas prácticas de resocialización para aquellos que violan la ley son el principal objeto del sistema penal vigente en nuestro país. Y que tratándose de jóvenes, más énfasis debe ponerse en su recuperación.
Pero me apena, una vez más, saber que la calidad humana de vastos sectores de la comunicación social (tan nítidamente reconocibles en nuestra provincia) distan demasiado de un ideal de contribución para la vida pacífica en comunidad.
Gracias.
hola, respeto tu opinión,pero subiste a un taxi,maneja 12hs, y no sabes si volves a ver a tu familia, con están robando entre 5 o 6 compañeros por noche, no se que actividad realizaras, pero la noche en córdoba, esta jodida, y lo peor de todo, es que entran por una puerta y salen por la otra, total descontrol. Siempre privilegios para ellos.-
Sin ánimo de generar polémica ni contribuir a profundizar las diferencias, conozco el problema desde la posibilidad que tengo de trabajar en un taxi en jornada nocturna de 12 horas desde hace ya 4 años. Y lamentablemente, desde los distintos sectores afectados, y a través de sus representantes, no hay grandes avances ni los va a haber. Dado que las políticas implementadas simplemente obedecen a las demandas de “mano dura” de gran parte de la ciudadanía cordobesa. Basta con revisar las experiencias de aquellos países que gozan de mayor amplitud de derechos civiles y su relación con los índices de inseguridad para evidenciar esa realidad.
Me parece mucho más pertinente nutrirse de sus experiencias antes de repetir una y otra vez, cual seres primitivos: “Garrote, garrote y garrote…”
Gracias